El hakawati- El Contador de historias
justo el día que volví de Marruecos a Madrid salió publicado en el blog de esta chica, que me anoto, esta referencia a este precioso libro que tengo desde la primavera del 2009 y hoy se abre en mis manos tras tantos años...
que preciosa tradición la del cuenta cuentos...
la canción del día*
durmiendo en tu ombligo- El arrebato
durmiendo en tu ombligo- El arrebato
https://www.youtube.com/watch?v=Si05vnxOBhg&list=RDSi05vnxOBhg
feliz día lleno de magia***
El mundo de Amparo
MIÉRCOLES, 3 DE JUNIO DE 2009
El hakawati - الحكواتي -
Actualmente estoy leyéndome un libro precioso, se llama “El contador de Historias” (Rabih Alameddine). Yo no sabía esta tradición árabe tan bonita y llena de sentido… el vínculo de las palabras. A la persona que cuenta cuentos se le llama Al-hakawati y antiguamente, antes de que existiera la televisión, estas personas iban a los cafés a contar cuentos y leyendas árabes tan emocionantes que dejaban a los oyentes con la boca abierta y deseosos de que llegara el día siguiente para que continuara; tanto era así que se cuenta que había un hakawati tan bueno que dejó a sus oyentes 8 meses expectantes con un cuento.
Mientras el hakawati esta contando un cuento, los demás beben té y fuman la pipa árabe llamada “sisa” y ninguno quita vista y oído al Cuentacuentos. Pueden usar instrumentos, como el oúd árabe, o también pueden usar réplicas de armas antiguas o cualquier cosa que ayuda a entrar en la historia al oyente.
Este trabajo era tan importante que la aristocracia árabe solicitaba sus servicios tan frecuentemente que solían llegar a ser amigos…incluso familia. Un ejemplo del poder del vínculo de las palabras está reflejado en el libro de “Las mil y una noches”.
Este libro muestra creencias que no conocía, mezclándose con la vida real del protagonista. A veces me imagino en una de esas salas, con la mirada puesta en el hakawati y con la mente lejos, lejos de aquí…
Mientras el hakawati esta contando un cuento, los demás beben té y fuman la pipa árabe llamada “sisa” y ninguno quita vista y oído al Cuentacuentos. Pueden usar instrumentos, como el oúd árabe, o también pueden usar réplicas de armas antiguas o cualquier cosa que ayuda a entrar en la historia al oyente.
Este trabajo era tan importante que la aristocracia árabe solicitaba sus servicios tan frecuentemente que solían llegar a ser amigos…incluso familia. Un ejemplo del poder del vínculo de las palabras está reflejado en el libro de “Las mil y una noches”.
Este libro muestra creencias que no conocía, mezclándose con la vida real del protagonista. A veces me imagino en una de esas salas, con la mirada puesta en el hakawati y con la mente lejos, lejos de aquí…
No hay comentarios:
Publicar un comentario